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TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS
¿Cómo se producen?
Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) son la primera causa de discapacidad y/o muerte en pacientes jóvenes, aunque pueden ocasionarse a cualquier edad. La causa más frecuente es por accidentes de tráfico, además de por caídas accidentales, accidentes laborales o deportivos e incluso agresiones. En personas con tratamiento antiagregante o anticoagulante prolongado, existe riesgo de lesiones más graves ante traumatismos de menor intensidad.
¿Qué tipo de lesiones puede haber?
1. Lesiones focales.
- Fracturas
- Contusiones
- Hemorragia subaracnoidea
- Hematoma epidural
- Hematoma subdural
2. Lesiones difusas
- Edema (Swelling)
- Lesión axonal difusa
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CONTUSIONES
¿En qué consisten?
Las contusiones son focos hemorrágicos rodeados de edema. Se producen por mecanismo de golpe/contragolpe al impactar el parénquima cerebral contra el hueso.
¿Cuándo es preciso tratarlas?
Las contusiones precisan intervención para evacuación quirúrgica mediante craneotomía cuando produzcan efecto masa sobre las estructuras cerebrales vecinas y algún tipo de déficit neurológico
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EDEMA CEREBRAL
¿ En qué consiste?
El edema cerebral consiste en inflamación del parénquima cerebral por daño difuso tras un TCE. Se produce efecto masa y daños neurológicos por compresión de las estructuras cerebrales.
¿ Cuándo es necesario tratarlo?
En este caso, el tratamiento de primera elección es el tratamiento médico, mediante combinación de potentes fármacos antiinflamatorios. Si no hay respuesta y se eleva en gran medida la presión intracraneal con severos déficits neurológicos puede ser necesaria la intervención quirúrgica, con realización de craniectomía descompresiva mediante la cual, se retira un fragmento de hueso de gran tamaño, para disminuir así la presión cerebral. Posteriormente, si el paciente presenta suficiente mejoría, puede volver a colocarse el hueso extirpado, mediante realización de craneoplastia.
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FRACTURAS
Pueden ser simples (un solo trazo) o complejas (múltiples trazos), y aparecer tanto en la bóveda como en la base craneal. La mayoría no precisan tratamiento.
¿Cuándo hay que tratarlas?
Las fracturas craneales precisan intervención quirúrgica cuando presentan un hundimiento importante (para corrección del defecto estético), cuando existen esquirlas que puedan penetrar hacia el interior y dañar el parénquima cerebral o cuando exista una lesión hemorrágica asociada a la fractura que precise evacuación quirúrgica por sí misma.
¿Puede existir alguna otra complicación?
En algunos casos, especialmente en las fracturas de base de cráneo pueden producirse fístulas de líquido cefalorraquídeo (LCR), lo cual origina rinolicuorrea (salida de LCR por fosas nasales) u otolicuorrea (salida de LCR por conducto auditivo externo). Estas fístulas pueden producirse de forma inmediata o a las semanas e incluso meses del TCE. Al representar una comunicación con el exterior del cráneo, el principal riesgo es de que exista infección y desarrollo de meningitis, por lo que, si se establece el diagnóstico, deben tratarse de la forma adecuada en cada caso, con intervención quirúrgica si es preciso.
En casos de fracturas del peñasco, el hueso que aloja la cóclea, el órgano de la audición, puede producirse hipoacusia o pérdida de audición, la cual puede ser transitoria o permanente.
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HEMATOMA EPIDURAL
¿En qué consiste?
El hematoma epidural agudo es colección hemorrágica que se forma por debajo del hueso craneal y por encima de las meninges, es decir, fuera del parénquima cerebral. Suele originarse por sangrado de la arteria meníngea media la cual se lacera por alguna fractura craneal. Así, el hematoma epidural suele localizarse inmediatamente debajo fracturas craneales.
¿Cuándo es necesario tratarlo?
Es necesario evacuación quirúrgica del mismo mediante craneotomía cuando produzca efecto masa con compresión del parénquima cerebral subyacente, ocasionando algún déficit neurológico.
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HEMATOMA SUBDURAL AGUDO
¿En qué consiste?
El hematoma subdural agudo es una colección hemorrágica localizada por debajo de la capa meníngea denominada duramadre y por fuera del parénquima cerebral. Suele originarse por ruptura de venas de la superficie cerebral y casi siempre se asocia a otro tipo de lesiones.
¿Cuando es necesario tratarlo?
Es necesario evacuación quirúrgica del mismo mediante craneotomía cuando produzca efecto masa con compresión del parénquima cerebral subyacente, ocasionando algún déficit neurológico.
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HEMATOMA SUBDURAL CRÓNICO
¿En qué consiste?
El hematoma subdural crónico es una colección hemorrágica localizada por debajo de la capa meníngea denominada duramadre y por fuera del parénquima cerebral. Suele originarse por ruptura de venas de la superficie cerebral. El sangrado se produce de forma paulatina a lo largo de días o semanas, por lo que los síntomas aparecen progresivamente, no de forma brusca. Es frecuente en personas de edad avanzada sometidos a medicación antiagregante o antioagulante, que sufren traumatismos en ocasiones muy leves e incluso que no recuerdan.
¿Cuándo es necesario tratarlo?
Este tipo de hematoma puede presentar mejoría en algunas ocasiones con tratamiento corticoideo, siendo aconsejable la intervención quirúrgica mediante trépanos si produce déficits neurológicos importantes y/o no hay respuesta al tratamiento corticoideo.
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HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA (HSA)
¿En qué consiste?
La HSA de causa traumática son pequeños acúmulos hemorrágicos fuera del parénquima cerebral, por debajo de una de las capas meníngeas denominada aracnoides. En ocasiones también puede invadir el sistema ventricular y asociarse a otras lesiones.
¿ Es necesario tratarla?
La HSA traumática aislada no precisa tratamiento quirúrgico aunque es conveniente seguimiento con controles de imagen para descartar el desarrollo de alguna otra posible lesión asociada.
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LESIÓN AXONAL DIFUSA
¿En qué consiste?
La lesión axonal difusa son lesiones microscópicas en la sustancia blanca cerebral, cuerpo calloso, mesencéfalo o ganglios basales que se producen tras un TCE. No son apenas visibles en pruebas de TAC craneal. En RMN pueden visualizarse como pequeñas lesiones puntiformes. Se producen daños microscópicos en la conducción nerviosa que producen déficits neurológicos.
¿Es necesario tratarla?
En este caso, el tratamiento es fundamentalmente médico (para tratamiento de los síntomas asociados) y rehabilitador. No está indicada la intervención quirúrgica.
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