Redacción Vere Álvarez N
El COVID-19 es un virus surgido en la ciudad China de Wuhan cuyo brote se ha extendido por el mundo y en su mayoría por Europa hasta llegar a nuestro país. Su afección va desde síntomas de un resfriado común hasta enfermedades más graves
El coronavirus mantiene en jaque a España y a diferentes rincones del mundo, haciendo que vivíamos una de las mayores crisis sanitarias de las últimas fechas, aunque también hay que aclarar, para reducir la alarma social y el estado de pánico, que tiene una mortalidad más baja (del 4% en la actualidad) que otras epidemias o gripes sufridas en el mundo como pueden ser la Gripe A (11-21%), la atípica neumonía llamada Síndrome respiratorio agudo grave (13-18% dependiendo del país) o una gripe común. Resulta sorprendente como las epidemias de gripe pueden llegar a causar hasta 5 millones de casos de enfermedades graves y unas 650.000 muertes en todo el mundo según estudio coordinado por investigadoras/es del CIBERESP de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña y de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
El número de contagiados no cesa mientras los medios sanitarios tratan de poner remedio a esta situación. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) explican que “esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte”. La fatiga y el dolor de cabeza también se encuentran entre sus síntomas.
¿Cómo se previene?
En nuestro país, la crisis del coronavirus ha hecho que el número de casos positivos supere los 4.200, posicionándose por delante solamente Italia dentro del continente europeo. De esa cifra, han muerto entorno a 120 afectados. Ante esta pandemia (como han querido denominarla por el creciente número de afecciones que se han expandido de las fronteras chinas al exterior) se han establecido una serie de recomendaciones para no propagar la infección:
- Lavarse las manos frecuentemente: desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Medidas de higiene respiratoria: Al toser o estornudar, cúbrete la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo (preferiblemente de tela).
- Distanciamiento social: guardar al menos un metro de distancia con los demás ya que podemos desprender de la boca pequeñas gotículas que contienen el virus
- Evita tocarte la boca, nariz y ojos
- Evitar las aglomeraciones o reuniones numerosas
- Si tienes fiebre, tos y/o alguna dificultad para respirar solicita atención médica a tiempo
¿Qué hacer?
Ante la sospecha de presentar la enfermedad del COVID-19 porque cree que tiene síntomas compatibles, ha estado en alguna zona de riesgo o ha estado en contacto con un contagiado la primera medida que debe tomar es el aislamiento domiciliario durante al menos 14 días. Si tiene problemas respiratorios graves, como dificultad para respirar, solicite siempre atención médica o contacte con el 112 o su servicio de emergencias local.
Es un error acudir a un centro hospitalario si creemos tener síntomas de esta patología por varias razones: hay que seguir el protocolo establecido, ayudamos a continuar colapsando los espacios sanitarios y reducimos la posibilidad de contagio a otras personas al evitar el contacto. Por ello, hay que llamar antes de acudir para que nos den la información pertinente al respecto o nos realicen preguntas.
Prevenir el contagio depende de todos y la mejor vacuna somos nosotros. Evita salir a la calle si no es por motivos laborales, por la compra de alimentos o abastecimiento, o por alguna exclusividad necesaria.