
Redacción Vere Álvarez N
La conocida ‘enfermedad del escaparate’ usualmente es provocada por una insuficiencia arterial que provoca dolor y molestias intensas al ejercitar una extremidad. Afecta principalmente a las piernas y en la mayoría de los casos es debido a una obstrucción de las arterias
En algún momento de la vida, nuestro cuerpo puede sufrir problemas arteriales, haciendo que estos vasos sanguíneos se estrechen y la sangre no fluya con la normalidad que debería para ir desde el corazón a las diferentes partes del organismo. Es necesario saber que el buen funcionamiento del flujo sanguíneo en los músculos de los brazos y las piernas es vital para alejarnos de los dolores y sus consecuentes calambres. Estos problemas mencionados en última instancia están presentes cuando el flujo sanguíneo no es correcto, es lo que conocemos como claudicación intermitente provocada en la mayoría de los casos por la aterosclerosis, el endurecimiento de las arterias causado por depósitos de colesterol y calcio, lo cual causa obstrucciones y bloqueo del paso de sangre por las arterias.
Como explica nuestro cirujano cardiovascular, el Dr. Fernando Biguria, la claudicación intermitente “es básicamente un síntoma de dolor e incomodidad producido en las extremidades (más frecuente en las piernas, alrededor del 90% de los casos) que tiene lugar al realizar cierta actividad o ejercicio físico”. En determinadas ocasiones, si el problema crece, la claudicación se agudiza llegando a provocar intensos dolores incluso estando en reposo. Existen otros casos en los que la piel es reflejo de manchas o úlceras debido a la reducción considerable del flujo sanguíneo al no llegar bien a las manos o pies.
Los síntomas de claudicación pueden ser también causados por problemas neurológicos, sin embargo, más comúnmente son de origen vascular, por lo que se conoce como enfermedad arterial periférica, al ser propiciada por una insuficiencia arterial o problema de circulación grave. Suele producirse a partir de los 60 años de edad y es cuatro veces más frecuente en los hombres que en las mujeres.
¿Cómo poder aliviarla o prevenirla?
La salud es amiga de un estilo de vida saludable: realizar ejercicio habitualmente, llevar una alimentación baja en grasas saturadas, controlar los niveles de azúcar en caso de ser diabético, reducir los niveles de colesterol, dejar de fumar, ajustar la medicación…todo ello ayuda a aliviar o prevenir la claudicación intermitente aunque en algunos casos se requiere el tratamiento de un profesional y/o cirujano cardiovascular. Existen medidas preventivas que evitan la progresión de la ateroesclerosis, hay que controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad, etc) y, en casos extremos, recurrir a la cirugía.
Como siempre advertimos, no esperes a que los dolores sean muy intensos o desesperantes ya que poner remedio cuanto antes es la mejor opción y ayuda a tener una mejor calidad de vida. Si tienes dolores en los miembros inferiores (piernas) o superiores (brazos) cuando realizas algún tipo de actividad o, peor aún, estando en reposo, no dudes en contactar con nosotros al 951 00 66 38.