
Redacción Vere Álvarez N
La crisis del coronavirus obliga a las personas a estar en casa salvo por fuerza mayor o motivo justificado. Buscar hábitos que generen bienestar personal, ser positivos, solidarios y evitar la sobreinformación son algunas recomendaciones de la psicóloga Estefanía Villanueva para gestionar la situación de aislamiento y combatir la ansiedad
Vivimos una situación insólita e histórica. Hemos pasado del café en la mesa de un bar o cafetería, a tomarlo en nuestro salón. Rutinas diarias dislocadas. Hemos pasado de recibir involuntariamente la bocanada de aire puro en la cara a buscarla con ansia en el balcón o ventana. El hogar es más hogar que nunca. Las tareas se reducen a cuatro paredes, excepto para los que tienen que salir por motivos laborales donde el teletrabajo no es posible. La compañía familiar, para quien puede disfrutar de ella, dispara su valor como el de poseer una mascarilla en estos tiempos. El decretar un estado de alarma hace que estemos en cuarentena, es decir, aislados del resto de la sociedad, en la medida de lo posible, a consecuencia del COVID-19. Su fin: limitar el riesgo y evitar que la pandemia continúe extendiéndose y contagiando a toda la población.
“El final sabemos cual es, se va a controlar la situación”
En estos momentos, estamos en la fase denominada de impacto, donde se limitan libertades y privilegios como ser humano y cuesta creer lo que está pasando. Después vendrá la de crisis (enfado con el mundo y sentimientos de culpabilidad externa), negociación (empiezo a aceptar la situación), depresión (sentimiento de tristeza, no aguanto más) y aceptación (coincidirá con el fin de confinamiento). Positividad, bondad y solidaridad son tres palabras que cobran importancia máxima en estos días, cuando parece que el techo se nos cae encima a la vez que solo escuchamos noticias negativas.
Estefanía Villanueva, psicóloga de Clínica Dr. Mosqueira que colabora con el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Orienta de forma voluntaria, pide calma y quiere ayudar a las personas a llevar esta situación de la mejor manera. “La mente tiene que aceptar lo que está sucediendo, hay que abrazar esta tristeza que nos engloba a todos y pensar que estamos en una situación de la que vamos a salir”, expresa Villanueva recordando que hay que buscar y extraer lo positivo de las cosas: “Estamos sometidos a las medidas adecuadas para no contagiarnos ni contagiar, hay que tomarlo como un gesto solidario para ayudar también a personas cercanas que son más vulnerables”. Esto se traduce en contribuir al bien común, sentirnos útiles y válidos.
La sobreinformación genera más ansiedad
La distracción es lo más importante y bendita suerte de vivir en tiempos modernos. El privilegio de disponer de Internet, redes sociales, plataformas de series, películas y documentales, entrenamientos en casa…esto es, tener al alcance de nuestra mano lo que queremos. Sin embargo, su mal uso, la abundancia de información de los medios de comunicación, trae consecuencias negativas: “La sobreinformación que tenemos a lo largo del día es desaconsejable, hace que nos cueste dormir y gestionemos mal los niveles de ansiedad”. La profesional recomienda estar informados porque nuestra mente busca una estabilidad emocional, pero únicamente a determinadas horas del día, reducirlo a dos si es posible.
“Tenemos que hacer acto de conciencia para recibir información adecuada en momentos puntuales del día, evitar los bulos y noticias que llegan por los grupos de WhatsApp”, aclara Villanueva. Sin dejar al margen el humor, fundamental, puesto que crea momentos de desahogo que sustituyen a los sentimientos de tristeza. Si los niveles de ansiedad, aunque es normal que aumenten, se agravan en demasía, declara que se contacte con el médico y no recurrir por cuenta propia a la automedicación.
El miedo nos protege
La experiencia personal, el temperamento y la manera de ser de cada uno llevará a vivir esta crisis sanitaria de diferente manera. “No hay que tenerle miedo al miedo, este a veces nos protege” manifiesta la psicóloga. Se desconoce qué tiempo durará esta situación de confinamiento y qué ocurrirá con exactitud después. Estefanía expone que no van a ser más de dos meses y las personas que pueden tener consecuencias serán las más vulnerables: “Para los que no tenemos ninguna dificultad y ningún fallecido cercano va a suponer una parte más de la vida, un simple bache, el problema es cuando pierdes un familiar y no puedes despedirte, eso lo vas a arrastrar”
Hábitos personalizados
Las pautas generales no son recomendables. Cada uno debe tomar cuales son sus hábitos más importantes a la hora de generar bienestar en casa. Villanueva explica que esto no significa yoga para todos ni ejercicios para todos sino realizar aquellas tareas que le sean útiles y sirvan de entretenimiento durante el confinamiento. “Todo lo que nos haga sentir bien sin entrar en fase totalmente apáticos significa que lo estoy haciendo bien. Es verdad que hay que tener cierto orden, es aconsejable pero no imprescindible repetir las mismas rutinas todos los días”, aclara la experta en temas psicológicos.
Para algunas personas, las que transitan del sofá a la cama y de la cama al sofá son imprescindibles en el día a día los estiramientos (Pilates, yoga o técnicas de relajación) para aliviar los dolores de espalda. Como recomendaciones generales, Estefanía aconseja irse a la cama cuando tenemos los primeros síntomas ya que altos niveles de ansiedad nos hacen no dormir bien conllevando a desvelos. “En ese momento no debemos levantarnos ya que entraríamos en una fase de activación, simplemente hay que buscar un elemento distractor para tratar de volver a reencontrarnos con el sueño”, añade.
Juntos podemos ##yomequedoencasa
Toca ser pacientes y prudentes, responder a las medidas preventivas que se imponen para acabar con esta pandemia. Clínica Dr. Mosqueira, como siempre, tiene una disposición absoluta para ayudar en lo que a temas psicológicos se refiere. Sin duda, recordaremos esta pesadilla por siempre, será comentada en terrazas, bares, confiterías y todo tipo de lugares públicos. “No quedará como algo patológico, no hay evidencia científica ni experiencia que avale cuales son las consecuencias psicológicas” asegura la especialista. El confinamiento quedará como batalla ganada. Acabaremos con el virus entre todos. Mesa, mantel y café, con quienes más queremos, pero eso sí, ya en la calle mientras nos acarician el sol y el aire, de nuevo en la confitería…